



Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.
¿Qué es la Apiterapia?
La apiterapia es una medicina natural que consiste en el tratamiento y curación con
aplicaciones en microdosis de la apitoxina.
En palabras simples es el uso de la abeja viva, especialmente el aguijón y su veneno, para el
tratamiento de diferentes enfermedades con altos índices de resultados exitosos.
¿Cuándo comenzó la Apiterapia?
La Apiterapia se utiliza desde la antigüedad como tratamiento para las enfermedades reumáticas. Algunos textos la señalan como antecesora de la milenaria acupuntura china.
A pesar de que aún faltan estudios clínicos más estructurados para comprobar todas las posibilidades que ofrece la apiterapia para los seres humanos, se trata ya de una alternativa empleada por muchas personas, e incluso en algunos países de Sudamérica está integrada dentro de su sistema nacional de salud.
¿En qué consiste la Apiterapia?
En la aplicación precisa de la apitoxina en nuestro cuerpo, para poder trabajar con la Apiterapia es necesario el pinchazo de la abeja, ya que es la única manera efectiva en la que se puede controlar las cantidad justa de veneno que ingresará a nuestro sistema; por otro lado, es también el mejor método de preservarlo de la descomposición que pueda ocurrir por efecto del oxígeno, calor o la luz.
¿Qué es la Apitoxina?
Es un líquido claro y de reacción ácida que contiene agua y otras enzimas como proteínas, péptidos, aminas, azúcares, fosfolípidos, aminoácidos y otros compuesto volátiles que poseen gran actividad biológica en los seres vivos. Es necesario que este veneno sea inoculado directamente de la abeja viva ya que si no es de esa manera la apitoxina puede perder gran porcentaje de sus propiedades e incluso descomponerse.
¿Qué enfermedades trata la Apiterapia?
La enfermedad en una persona puede originarse por la agresión externa de agentes patógenos; sin embargo existe la posibilidad de que sea el propio individuo que consciente o inconscientemente provoque la enfermedad. En el último caso nuestro propio cuerpo perturba las barreras inmunológicas